La CGT asistió invitada a las Jornadas de la Economía de los Trabajadores, que se celebró en Gémenos (Marsella) del 31 de enero al 1 de Febrero, en representación de la Organización asistió la Secretaría de Acción Social en colaboración con la Secretaría de Relaciones Internacionales.
En Gémenos (Marsella) ha tenido lugar el primer encuentro sobre recuperación de empresas y Autogestión, con el nombre de “La economía de los Trabajadores”. Estos encuentros, se han desarrollado en el interior de la Fábrica de tés e infusiones FRALIB, una empresa perteneciente a la transnacional UNILEVER, dedicada a la producción de químicos y de Alimentos.
La multinacional decidió hace tres años trasladar la producción fuera de Francia, a fin de abaratar costes. Después de un período de protestas y fuertes luchas, los trabajadores consiguieron la ocupación de la Fábrica y su conservación, dedicando una parte de estos años a luchar por conseguir mantener la marca del té Liptón, que se fabricaba allí, así como al mantenimiento de la maquinaria.
En estos últimos meses, los trabajadores y trabajadoras han reactivado las máquinas y han empezado la fabricación de infusiones de tila apoyándose con la producción local de esta planta. Actualmente están buscando maneras de recomenzar la producción a plena capacidad. Fralib es sólo una de un puñado de fábricas europeas que, teniendo o no un discurso transformador o radical, han avanzado hacia la autogestión de la producción por los trabajadores y trabajadoras.
La ocupación de empresas por las personas trabajadoras y su autogestión a través de la toma horizontal de decisiones, es una práctica que el movimiento libertario llevó a cabo durante la revolución española y que está en el ideario de nuestra organización. Últimamente y al calor de la crisis-estafa la autogestión ha resurgido con fuerza, especialmente en Argentina a principios de este siglo, contando con alrededor de 300 empresas recuperadas que emplea a más de 15 mil trabajadores y Trabajadoras.
El primer encuentro europeo de “La Economía de los Trabajadores”, se desarrolló en torno a la premisa de si esta experiencia puede tener viabilidad en Europa como alternativa al modelo capitalista de producción.
Alrededor de 200 personas de una docena de países asistieron al evento que tuvo lugar en una gran nave de la fábrica empaquetadora de té. La traducción paralela a tres idiomas, llevada a cabo por traductoras/es activistas voluntarios/as, hizo que la comunicación fuera ágil facilitando el intercambio de ideas.
¿Este modelo puede constituir una solución viable en Europa, no sólo para el creciente desempleo y pobreza, sino también como alternativa a la explotación y alienación que caracterizan el modo capitalista de producción? Esta fue la pregunta principal que el Encuentro intentó contestar.
Algunos de los desafíos habituales que deben enfrentar las fábricas ocupadas son la represión estatal, grandes trabas burocráticas, falta de un marco institucional apropiado y la hostilidad de los antiguos dueños, los partidos políticos y los sindicatos burocráticos.
También existen peligros en caso de éxito económico. ¿Cómo pueden los trabajadores proteger el carácter radical del experimento y evitar convertirse en una empresa capitalista cooperativa guiada por el principio de ganancia o usando el trabajo asalariado? En torno a esto, muchos participantes resaltaron la importancia de las relaciones cercanas con la comunidad. Desde la forma que tiene de entender la autogestión el movimiento libertario, nosotros hablamos de la importancia de la forma de organización interna y de la toma de decisiones, la rotación en las distintas áreas de gestión, que es determinante a la hora de definir la dirección que finalmente va tomar la Fábrica o la Cooperativa o cualquier proyecto de autogestión que se ponga en marcha. No es suficiente con que la producción esté bajo control de los trabajadores/as, aunque sí es un primer paso necesario. La producción también ha de ser controlada socialmente. Debería estar inserta en el tejido social y geográfico en la que está integrada, de manera que haya una permeabilización bidireccional con el entorno inmediato para que la producción responda también a las necesidades de la población más cercana, que a su vez esté involucrada en el apoyo y desarrollo del proceso productivo de la fábrica o proyecto.
En el contexto actual en el que estamos inmersos/as, en un mundo globalizado, el paradigma imperante es el concepto económico y social del Mercado Capitalista que lo abarca todo, en el cual el poder económico está cada vez más concentrado en manos de Lobys financieros y grupos Transnacionales. En este contexto, las prácticas de economía social, están fuertemente condicionadas por un entorno hostil, los experimentos de economía social y cooperativa, se enfrentan a multitud de problemas, desde el boicot a la comercialización de sus productos por parte de las redes del mercado capitalista, hasta trabas burocráticas por parte de los Estados con el fin de que sean absorbidos por el sistema o queden excluidos del mismo, En esta situación, la economía de autogestión integral en una necesidad ineludible para la clase trabajadora.
A la hora de poner en marcha una actividad económica humana basada en la igualdad y en la solidaridad, no hay reglas preestablecidas. La imaginación de los/as trabajadores/as y su voluntad de luchar por un mundo mejor, son los límites. El evento europeo de “La Economía de los Trabajadores” puso de manifiesto que hay ya un movimiento europeo amplio, interesado y que está experimentando formas de autoorganización para la creación de herramientas que posibiliten una auténtica autogestión obrera.
ACCIÓN SOCIAL CGT