Ecologistas en Acción alerta sobre el negativo impacto de la caza

Ecologistas en Acción ha elaborado un informe sobre el impacto de la caza en el Estado español, donde desglosa documentadamente los graves perjuicios que esta actividad está produciendo en el medio natural y que alcanza aspectos medioambientales, de bienestar animal, económicos y sociales. La caza en España, lejos de ser una actividad que contribuya al equilibrio natural, es el factor que genera muchos de los problemas que luego el sector cinegético se ofrece a solucionar, sin éxito en ningún caso.

Ecologistas en Acción ha elaborado el informe "El impacto de la caza en España" en el que, a través de una revisión de 80 publicaciones científicas, técnicas y divulgativas, analiza los principales aspectos que definen el desarrollo de esta actividad y se valora documentadamente el profundo y negativo impacto que crea en el equilibrio natural, la biodiversidad, el bienestar animal y el desarrollo rural.

La caza en el Estado español afecta al 80 % del territorio y se debate entre dos modelos de gestión: uno de perfil más popular, de cotos de carácter social, y otro de carácter comercial, destinado a la explotación turística nacional e internacional. Ambos modelos, aunque más acusadamente el segundo, tienden cada día más a la intensividad y a la transformación de la caza en un mero aprovechamiento ganadero basado en la suelta de animales criados en granjas, en la aportación artificial de alimento y en la implantación de infraestructuras que cada día fragmentan más los espacios naturales y obstaculizan el desarrollo de actividades de ocio y ecoturísticas. Algunos datos ofrecidos por el informe son elocuentes sobre lo que es y lo que perjudica la caza en España.

En cuanto al cumplimiento de la legislación, el mundo de la caza se mantiene en permanente rebeldía con las directivas europeas y las leyes nacionales y autonómicas. Es manifiestamente refractario a dejar de lado ningún tipo de práctica cinegética por perniciosa que ésta sea. Se han listado más de una veintena de modalidades de caza contrarias a la normativa. Entre ellas están los ejemplos del parany, del silvestrismo, de las tiradas de pichón, de codorniz, de faisán o de acuáticas, del uso de plomo, de la caza de especies exóticas e invasoras, del control de predadores, de la caza de perdiz con reclamo, de la media veda de la tórtola, de la caza en los parques nacionales o en otros espacios protegidos, de la caza del lobo o de la caza fuera de temporada.

En cuanto a la gestión y a esa imagen que el lobby cinegético quiere proyectar de favorecer el equilibrio ecológico, queda patente –y lo suscriben numerosos estudios científicos e incluso alguna sentencia del Tribunal Supremo– que, lejos de contribuir a ello, lo que hace la caza es exactamente a lo contrario. Con el agravante, además, de que en muchos casos los cazadores se ofrecen a solucionar, con nulo éxito, los problemas que ellos mismos crean. (continúa)

Ecologista en Acción

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Ver informe "El impacto de la caza en España"

7 verdades sobre el impacto de la caza en España