Diario de una huelga (en Airbus-Illescas): día 8

En el año 1919 en Barcelona se produjo la conocida como “Huelga la Canadiense”, la cual paralizó la ciudad y el 70 % de la industria catalana por falta de suministro eléctrico. Duró 44 días y dio paso a un hito importante en la Historia del movimiento obrero por conseguir instaurar la jornada de 8 horas entre otros muchos logros.  La huelga se originó en solidaridad con ocho despedidos del personal de oficinas de la compañía eléctrica Riegos y Fuerzas del Ebro y pasó a convertirse en el modelo de lucha de los siguientes 70 años. Mucho ha cambiado la historia, pero si algo hemos aprendido estos días es que nos han engañado mucho durante estas dos últimas décadas por hacernos creer que la clase obrera teníamos poco que hacer y que decir, ya que son los mercados, los gobiernos y el sistema quien impone sus reglas y casi nada se puede cambiar. Aquí, desde este modesto rincón embarrado, hemos desmontado algunos falsos mitos sobre nuestra capacidad de incidencia en el gigante todopoderoso. Reconocemos abiertamente que no vamos a resistir 44 días como aquellos aguerridos trabajadores de los inicios del siglo XX, pero que no lo intenten porque igual nos sorprendemos hasta nosotros mismos de nuestras capacidades. Si llegamos a eso, vamos a salir hasta en la wikipedia.

El día ha estado marcado por la espera. Tocaban reuniones a tres bandas en un conflicto que tiene semejanzas a pequeña escala con la guerra de los Balcanes. El pifostio y los tiros de todos contra todos están provocando daños que conoceremos no tardando mucho. En esa refriega, los trabajadores en huelga podemos tener mucho que ganar, ya que hay muchos nervios por todas partes aunque no lo demuestren.

Los baños del bar Cojuelo se han convertido en letrinas de campaña. Somos decenas de personas diariamente las que tenemos que hacer nuestras necesidades y tomar algo de café caliente. Contrasta con el vaivén del pijerío de los directores y sus secuaces dirigiéndose al Vara a que les sirvan sus menús gratuitos pagados por la empresa.

A la entrada del turno de tarde, los trabajadores de las empresas que han contratado para reventar la huelga han estado en la portería de la fábrica más de tres horas sin poder acceder y después se han dado la vuelta y se han ido por donde han venido. No sabemos si es porque hay gente de Airbus a la que han dado bolsa negativa por falta de trabajo y por tanto no hace falta que limpien útiles o porque ha actuado la Inspección de trabajo con la denuncia que interpusimos en Toledo el martes. Esto último nos daría fuerza para seguir con nuestra justa reivindicación.

Nos ha gustado que se haya nombrado hoy nuestra huelga en una rueda de prensa de un grupo político en el Congreso de los Diputados y se nos haya citado junto con el conflicto de Alcoa en Avilés y el de las conserveras gallegas como ejemplos recientes de lucha por nuestros derechos y nuestros puestos de trabajo. Estos apoyos también suman.

A lo largo de estos días han venido hasta el campamento algunos de nuestros hijos, parejas o familiares para echar un rato con nosotros y darnos ánimos. En el caso de los críos hace especial ilusión explicarles en función de sus edades las razones y los motivos para estar aquí. Estamos convencidos que es un buen ejemplo demostrarles que lo van a tener muy difícil en el futuro y que nunca, pase lo que pase, deben permitir que les pisoteen. Cuando llegamos a casa y nos preguntan al entrar por la puerta “¿cómo ha ido hoy la huelga?” respondemos “bien, nos siguen apretando, pero bien”.

Tenemos prácticamente claro que nos van a tener aquí hasta el viernes, así que nos vamos mentalizando para ver si entre mañana y pasado se resuelve esto. Algún día, no tardando mucho, incluso nos parecerá que no fue tan duro. De momento, no sabemos ni de donde estamos sacando fuerzas.

Salud.