Los accidentes de trabajo aumentan un 5,11% en el último año

La Confederación General del Trabajo (CGT) considera que la protección de los derechos de los trabajadores y trabajadoras es un deber de los empresarios y de la Administración. La quiebra de este deber de protección se produjo desde el momento en que las administraciones públicas hicieron saltar por los aires las legislaciones laborales que protegían los derechos de las personas trabajadoras, y nos entregaron a los empresarios como “carne de cañón” para la batalla de su competitividad y mejora de resultados.

La Fiscalía General del Estado, en su último informe correspondiente al año 2014, recuerda a la sociedad que en este año se produjeron más accidentes de trabajo que el año precedente; en concreto, aumentaron en términos globales un 5,11% respecto a 2013. La mayor parte de la siniestralidad laboral se registra entre los trabajadores y trabajadoras migrantes, como también en las personas trabajadoras con menor nivel cultural.

En el primer semestre de 2015, los accidentes de trabajo están descontrolados, según el estudio de la propia Fiscalía. Asistimos a un aumento generalizado de la inseguridad y los accidentes de laborales en el Estado Español. La siniestralidad en el puesto de trabajo y en las horas anterior y posterior, una vez desmontada la red protectora de los derechos laborales, aumenta en ritmos muy superiores a lo que lo hace el empleo. Empleo que, en sus condiciones actuales de prestación, se encuentra vacío de derechos para la persona que trabaja por cuenta ajena.

Según estos estudios analizados por el Gabinete de Salud Laboral de CGT, los datos más dramáticos los arroja la siniestralidad mortal: 285 trabajadores y trabajadoras han perdido la vida en este primer semestre de 2015 (un aumento del 3,3%), y además, es que la mayor parte de ellos se han producido durante la jornada de trabajo, cambiando la tendencia de los últimos años, donde subían más los accidentes “in itinere”

Destruida esta red protectora, los trabajadores que entran activamente en el mundo laboral, al igual que quienes mantienen sus empleos desde hace tiempo, han visto precarizadas las condiciones del mismo hasta extremos inhumanos. El empleo es volátil, vulnerable y causante de muertes y enfermedades perfectamente previsibles y evitables, por lo tanto, es la acción humana de los empresarios quien es responsable de las muertes, de las enfermedades y de la siniestralidad laboral.

En cuanto a las distintas administraciones, su papel debe ser el de legislar mejoras para la protección laboral, vigilar su implantación y sancionar a las empresas que incumplan la legislación y pongan en riesgo la salud y la vida de sus plantillas.

Para la CGT se trata de una guerra donde cada día dos trabajadores/as mueren, es decir son “asesinados legalmente”, bien por accidente, bien por enfermedad laboral. En esta guerra ni siquiera se apela a los Derechos Humanos; las víctimas son escondidas, olvidadas, silenciadas. La “Ley del Mercado” funciona como una máquina trituradora de derechos y de vidas. Los accidentes, las muertes y enfermedades que causa esa ley del máximo beneficio, tienen responsables con nombre y apellidos: los empresarios, sus gerentes, sus directivos y los políticos y legisladores.

Gabinete de Prensa de la CGT

Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT