Sr. Antonio Pina, después de leer su artículo de opinión, por cierto más que justificado, en el diario digital El Porvenir de Castilla La-Mancha, http://www.elporvenirclm.com/opinion/la-infame-television-de-cospedal , el Comité de Empresa de CMT comprende que la conclusión a la que usted llega y que nos consta también es compartida por la mayoría de castellanos-manchegos, sea que el fin del medio acaba con el problema.
Cuando el dinero destinado a financiar una empresa pública no cumple con su función y, como en nuestro caso, solo sirve como herramienta de la más rastrera propaganda política, el primer pensamiento lógico de cualquier ciudadano es el cese de dicha financiación para su empleo en otros menesteres más útiles para todos. Los que se emplean a fondo para desprestigiar dichas empresas públicas consiguen tener la excusa perfecta para ello y así poder justificar ante la población su cierre o privatización, que es de lo que se trata, servir a los intereses particulares de los que ostentan el poder por encima del de las personas.
La fórmula para llevar a cabo semejante pérdida de derechos es bien conocida por todos y lo estamos comprobando con claros ejemplos en diversos servicios públicos, como es el caso de la sanidad y la educación, o más concretamente en el tema que nos ocupa, en medios como Canal 9 o Telemadrid. Para ello, solo basta con poner al frente de dichas entidades a personas sin remordimientos y de baja catadura moral, presuntos delincuentes con curriculum.
El Director General de RTVCM, Nacho Villa, es un claro ejemplo de ello, contratado para rendir pleitesía sin ruborizarse a los intereses de los poderes fácticos, manipulando y censurando la información con tanto descaro que llega a ser motivo de burla y vergüenza ajena de los ciudadanos, que encima tienen que soportar con impotencia cómo algunos políticos hacen uso y abuso de su autoridad, amparándose en motivos como la herencia recibida, la crisis o la recuperación económica.
Sr. Antonio Pina, la realidad es que cada vez que se prescinde de un bien público perdemos todos. Creemos humildemente que esa no es la solución, sino la de exigir a nuestros representantes políticos que, con la misma celeridad y eficacia con las que se aprueban leyes, se haga uso del sentido común a la hora de crear la normativa que regule la designación de los cargos directivos al frente de las empresas públicas y por eso empleamos nuestra energía, como se puede constatar a través de multitud de acciones, denuncias y cartas que realizamos, todas ellas colgadas en nuestra web o en facebook, www.trabajadorescmt.com, quejas de las que su periódico entre otros medios, a veces se han hecho eco y que por ello les estamos agradecidos.
Para terminar, aclarar que nos gustaría sentirnos orgullosos de ser empleados al servicio de la comunidad, cuyo trabajo sirviera para mantener con rigor las conocidas premisas en las que se basaron en su día las leyes que respaldan la creación de los medios de información públicos; informar, formar y entretener a los ciudadanos de la región y que estamos seguros, de ser así, nadie se plantearía su cierre o privatización, solo para que al final se queden sin trabajo un puñado de buenos profesionales por la impunidad de los verdaderos responsables de tamaña fechoría, que seguirán escalando posiciones de poder como recompensa a su bajeza.
Un cordial saludo.
Comité de Empresa de CMT
ver artículo de Antonio Pina en El Porvenir de Castilla-La Mancha