Las diversas columnas de las Marchas de la Dignidad ya han recorrido decenas de kilómetros en su objetivo de mantener a pie un grupo simbólico de manifestantes que alcancen la capital para unirse allí ya a un número masivo de participantes en esta acción social.
Antonia, dependienta desempleada de 59 años y madre de tres hijos lo tiene claro: "Vamos a luchar como hicieron nuestros padres durante toda su vida por unos derechos que ahora nos han quitado. No quiero esto para mis hijos ni mis nietos". Junto a ella, Encarni, auxiliar administrativo también sin trabajo, explica sus razones para formar parte de las Marchas de la Dignidad: "Quedándose en casa no se arregla nada". Y anima a todo el mundo a participar: "Lo digo en casa, lo digo de palabra, lo digo en Facebook y lo digo en Twitter. Si nos unimos todos, lo conseguiremos", dice esta internauta de la acción social.
Los jóvenes, también presentes en las marchas, relatan su presente entre el paro y el trabajo en precario para luchar por un futuro mejor. "Nos venden que estamos en una democracia y no lo es", dice Coral, camarera de 24 años. "El pueblo unido podría cambiar lo que se propusiera", asegura ante otros amigos que llegarán a Madrid para manifestarse el 22 de marzo. "Prometen y prometen y no cumplen nada, señala Francisco, auxiliar de enfermería de 23 años y parado, en referencia a las políticas del Gobierno. "Hay que moverse, estamos cansados de esperar a que las cosas cambien", argumenta sobre su implicación en la caminata de las Marchas de la Dignidad.
Así, el 9 de marzo partió desde Valencia la Columna Este, que tiene previsto llegar a la localidad de Tarancón el 18 de marzo, donde se unirá a la Columna Sudeste de Alicante y Murcia, que arrancaron también el pasado 9 de marzo.
Mientras, la Columna Sudoeste proveniente de Extremadura empezó su marcha el 10 de marzo exigiendo "trabajo o renta básica, servicios públicos para todos y el 'no' al pago de la deuda", como lemas en su itinerario. "En marcha contra el capitalismo, en marcha contra la represión, contra las reformas, los recortes", denuncia la Columna Noroeste, formada por activistas de Langreo (Asturias), Villafranca del Bierzo (León) y Santander (Cantabria), que iniciaron su camino también a principios de mes.
Y por su parte, la Columna Norte arrancó el 6 de marzo desde Logroño y se unió el día 11 a la de Burgos, mientras que la Nordeste partió de Barcelona el 25 de febrero, de Pamplona el día 1 de marzo, de Tarragona el 4, de Alcañiz el 5, de Huesca el 8 y de Zaragoza el 9, con la idea de ir uniéndose en el transcurso de su camino hasta Madrid.
Todos los grupos han organizado las llegadas de sus etapas en municipios donde los propios colectivos participantes y algunos ayuntamientos les están proporcionando ayuda para la comida y el alojamiento. Así lo harán hasta la última etapa, que cada columna iniciará en una localidad de la Comunidad de Madrid distante unos 20 kilómetros de la capital para aunar posiciones de cara a la marcha final el 22 de marzo.
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